El futbolista de Boca Eduardo “Toto” Salvio fue denunciado por su exmujer Magalí Aravena por haberla arrastrado con su auto durante una discusión que mantuvieron esta madrugada cerca de la 1, en la mitad de la calle, en Azucena Villaflor y Juana Manso, de Puerto Madero.

Más detalles de lo ocurrido comenzaron a aparecer con el correr de las horas. Los videos de las cámaras de seguridad de ese barrio porteño mostraron que el futbolista huyó marcha atrás para evadir a su esposa y, en tanto, además hay un audio de la Policía que denota con la rapidez que buscaban al futbolista después de también arrastrar a Aravena.

“Responde al nombre Salvio, jugador de fútbol de Boca Juniors, quien embiste a femenina en Azucena Villaflor, dándose a la fuga en un vehículo Mercedez Benz A250 color negro”, describe el efectivo y agrega para el resto de sus colegas: “Si dan con este masculino, dar inmediato aviso a este comando”.

Fuentes del ministerio de Seguridad porteño explicaron a LA NACION que técnicamente el delantero no está en calidad de “prófugo”, sino que se esperan las actuaciones del fiscal y que este funcionario judicial a cargo de la causa disponga si pide o no la orden de detención.

Después del episodio, Aravena les contó a los efectivos que intervinieron que se encontraba distanciada hacía una semana de Salvio, que es el padre de sus dos hijos: un niño de 10 años y una niña de 7. Por eso, se había mudado con los chicos a Olivos, en la provincia de Buenos Aires, mientras que el jugador se quedó en la vivienda familiar de Puerto Madero.

Según los registros de esta madrugada, Aravena parece llegar a este barrio de la Capital en un auto que queda detenido en la esquina de Azucena Villaflor y Juana Manso e intenta interceptar el vehículo en el que iba Salvio -se supone acompañado de otra mujer, Sol Rinaldi, quien había compartido una foto de la figura de Boca en su Instagram, mientras hacía un asado-.

Salvio busca evadir a su expareja, que quiere hablar con él, y en esa discusión la arrastra cuando ella habría quedado enganchada de la parte posterior del vehículo. Asimismo, cuando se retira del lugar a toda velocidad marcha atrás, se ve a una persona quedar tendida en el suelo, que se supone es Aravena.

El incidente encuadra dentro del Protocolo de Prevención y Acción Institucional que Boca aprobó en septiembre del año pasado por impuso de la titular del Departamento de Inclusión e Igualdad, Adriana Bravo, hoy también vicepresidenta tercera de la entidad.

Esa norma, “contempla todos los hechos de violencia en razón de género que se produzcan dentro de las instalaciones del club o que afecten a éste, como así también todas las personas, sin necesidad de distinguir el tipo de modalidad que los vincule con la institución”.

El protocolo regula “los comportamientos, acciones, omisiones y conductas realizadas por sus autoridades, dirigentes, asociados, asistentes, invitados, participantes, deportistas, auxiliares, empleados/as, terceros/as que presten servicios permanentes o temporales, gratuitos u onerosos, que colaboren con la institución, que se encuentren en la institución o en cualquiera de los ámbitos de aplicación y/o cualquier otra persona que se reconozca afectada en el ámbito de la institución o que afecten al mismo”.

Las situaciones de violencia reconocidas por ese reglamento alcanzan el ámbito físico, psicológico, sexual, económico y patrimonial y simbólico.