Joya retro: Una casa de los años 50 diseñada por un maestro de la arquitectura argentina
De la parsimonia del ingeniero Patricio Viggiano se deduce el temperamento necesario para un trabajo de reforma y restauración como el que requirió esta casa de 1954, proyectada por el arquitecto Hirsz Rotzait (Varsovia, 1915- Buenos Aires, 2006). Tres años le tomó recrear su fachada (con llamativo techo mariposa) y un interior cuya referencia más cercana podrían ser los sofisticados decorados de Mad Men.
Además de recuperar la valiosa arquitectura original, Viggiano realizó con la dueña de casa un cuidadoso trabajo de restauración y recreación del mobiliario. Sin más referencias que las plantas de Rotzait y los muebles que sobrevivieron al paso del tiempo, la estética de cada ambiente se reconstruyó con libros y revistas de la época. El MoMA de Nueva York (que tiene una exquisita colección de los 50) fue una valiosa fuente de ideas.
“Rotzait era un transgresor. En los 50 fue uno de los creadores de la materia Visión en la Facultad de Arquitectura, y cambió todos los codigos del momento.”
Ingeniero Patricio Viggiano
Para darle más luz a los ambientes, se reemplazaron las aberturas existentes por estructuras de aluminio revestidas en hierro con mecanismos modernos que hacen más sencilla su manipulación. En la zona del comedor, hacia el fondo, se abrió una nueva ventana: anteriormente solo recibía luz desde el living y el patio interno.
El techo mariposa quiebra el volumen prismático del exterior y genera una doble altura en el interior que enriquece la espacialidad.
“Para restaurar el piso recorrimos marmolerías buscando deshechos del color original que luego cortamos y adaptamos. Hoy es imposible distinguir las partes nuevas”
Siguiendo el diseño de Rotzait, la escalera es una espiral realizada en hierro con escalones de viraró en voladizo y baranda forjada.
La bóveda en el techo del comedor se pensó para que no rebote el sonido. En lugar de lámparas colgantes que afectarían la acústica, Rotzait diseñó spots.
En 1987, Rotzait fue designado profesor consulto titular por la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la UBA, en reconocimiento a su trayectoria.
Los muebles de cocina se hicieron a nuevo: son módulos con puntas redondeadas en madera de jacarandá, siguiendo la línea del comedor. Sobre la pared pintada de blanco, se colocó un revestimiento de paños de vidrio cortados a medida que dan un tono verdoso, similar a los azulejos vítreos de la época. El piso de baldosones graníticos negros está enmarcado con juntas de acero inoxidable cada cuatro piezas de 50×50. Fue pulido al plomo (“Como debe ser”, agrega el ingeniero).
La cocina con sus muebles de madera de formas redondeadas sin herrajes tiene el aire de los clubes náuticos más tradicionales.
La reforma combinó la estética de los 50 con la última tecnología en materiales.
Amantes del estilo Bauhaus de posguerra, los dueños asumieron el desafío de hacer una reforma que llevó más de tres años.
Reference-www.lanacion.com.ar